Monday, April 24, 2006

 

Todo o nada

Has vivido en medio de la tempestad
en busca de un refugio,
donde puedas ser tú misma,
donde nadie te juzgue;
y lo que has conseguido son luces efímeras
que te han cegado aún más.

Soy el señor de las tinieblas,
he observado cómo tus “salvadores”
te han engañado por un lapso de placer
y ahora pisas el frágil cristal,
quieres caer y no te dejaré.

Sólo créeme,
y ven junto a mí,
deja cubrirte con mi manto y un beso,
vuelve a reír con alas de mariposa.

Tengo las respuestas que tanto buscas,
sé cómo curar el dolor que te atormenta
confía en mí y sólo sígueme.

Toma mí mano y no dudes,
no te pondré en duda
ni te condenaré,
como esos “salvadores” lo hicieron en ti.


No te ofrezco un paraíso
sólo el pacto de estar contigo
con tu pasado, presente y futuro,
mientras habitas tras mí triste mirada.

Sólo créeme,
y ven junto a mí
déjame cubrirte con mi manto y un beso,
quiero verte resurgir con alas de mariposa.

Invoca mí nombre,
que ahí estaré.

 

Estrategia y Suerte

Hay momentos en nuestra vida que debemos actuar aún con las probabilidades en contra. Cada fase de nuestra vida se halla con batallas decisivas para obtener la victoria, o caer vencido.

Nos pasa en todos los aspectos: el examen de fin de semestre, la exposición de tres puntos justo para aprobar la materia, decirle sus verdades al tirano que tienes por padre, reconciliarte con tu mejor amig@, vengarte de alguien que te hizo daño, elaborar el discurso de tu tesis, declarar el amor de la persona que tanto te gusta.

Todo eso implica riesgos que a veces se deben correr. También implica que no puedes asumirlos sin una estrategia de combate, de tomarte un tiempo para inventariar el arsenal y cómo distribuirlos; que tácticas tomarás para atacar, la hora y el momento según el diagrama que hayas trazado, hasta el nombre de la misión que se llevará (operación Dia-K, operación Mafalda, operación E, etc.). También debes considerar las probabilidades de éxito como una apuesta.

Aún así, una estrategia, por más eficaz que sea, siempre estará sometida al factor suerte
(eso no significa depender de ella), como en la Batalla espacial en Endor, la batalla de Pelennor, el asalto en Hoth, el rescate del Canciller bajo las garras del general Grievous o la toma de Isengard, todas ellas tienen algo en común: el factor suerte.

Por eso, si algún día tienes una batalla decisiva frente a ti (de las tantas que hay) realiza una buena estrategia, añádele la inevitable suerte y ve a la batalla. No está por demás pronunciar “Que la Fuerza te acompañe” porque en verdad la necesitarás.

 

No quiero despertar


No quiero despertar.
Quiero quedarme en mi sueño
donde soy libre, donde nadie me hiere,
donde hago lo que deseo.

No quiero abrir los ojos
y ser parte de este mundo insensible,
donde no tengo nada ni a nadie,
donde soy esclavo del tiempo:
un esbirro de tus caprichos.

Quiero estar ahí, lejos de ti.
Ser yo mismo,
sin cadenas, ni máscaras,
vagar por donde me guíen mis alas
y mis instintos.

Tuesday, April 18, 2006

 

Cuento de un rebelde


Había una vez un hombre, que, viendo la injusticia que sufría su pueblo bajo la opresión de un imperio, decidió tomar para sí una profecía; la llegada de un salvador ungido por dios, quien guiará al pueblo elegido hacia la libertad.

Con sus conocimientos como curandero, viajó por toda la nación ocupada, sanando enfermos, muchos de ellos incurables. La gente al saberlo, asumió tales sucesos como milagros.

No sólo aquel hombre era un curandero, sino que tenia el don de metafísica, podía caminar sobre las aguas, invocar a la lluvia, y hasta levitar objetos y así mismo. También era un filósofo y un gran retórico.

Todas estas virtudes, el hombre lo usó con sólo fin: rebelarse contra el imperio y sus traidores. Fue de pueblo en pueblo, curando y predicando palabras tan peligrosas como la espada:”Amaos los unos a los otros”, “Lo que es del César que sea”, “El que esté libre de pecado que arroje la primera piedra”.

Los nobles del territorio, y en especial los sacerdotes, vieron en él una gran amenaza; aquel hombre no sólo levantaría al pueblo contra el imperio, sino contra sus intereses de dominación. Pero sabían lo debían hacer en su momento.

El curandero formó un grupo de seguidores que lo obedecían fielmente, estos le llamaban maestro. Con ellos planeó lo que creyó su rebelión.

Basándose en la profecía, entró a la ciudad capital montado en un burro sobre un camino de ramos, hizo un escándalo en el templo –para provocar a los sacerdotes- y preparó su última cena, donde pidió a su ayudante de confianza “Lo que debas hacer, hazlo ya”.

Los sacerdotes no esperaron mejor oportunidad oír el mensaje del “traidor”. Mandaron soldados en su captura, tuvo un juicio “rápido y justo”. Al día siguiente, bajo el cargo de impostor e insurgente, el curandero fue llevado a la cruz, donde tuvo una muerte espantosa.

Sus seguidores esperaron a que los soldados se ocuparan del cuerpo, que fue depositado en una cripta, y en la noche se apropiaron del finado maestro, con lo que se cumplió la profecía de que el salvador se levantaría de entre los muertos. La gente empezó a creer y comenzó a rebelarse contra la opresión

Los sacerdotes, viendo que el curandero logró su cometido de rebelión, se apoderaron de su doctrina, creando bajo sus enseñanzas un nuevo imperio, distorsionando su historia y sus mensajes de rebeldía. Estos falsos hombres de fe impusieron un nuevo régimen basado en el temor a dios y la culpa del pecado. Tal orden no sólo que destruyó al viejo imperio sino contra todo aquel que no aceptara la culpa o que tuviera indicios “satánicos”.

Desde ese entonces, hasta ahora, lo que una vez fue el sacrificio de un rebelde se tornó en el imperio más rico y corrompido del planeta, que se dedica a infundir, miedo, culpa dolor y odio, en su nombre.

El resto de la historia ya lo saben.

Monday, April 17, 2006

 

Una sospecha, un enigma


Misato elige a Kaji cuando tiene ganas, sea después del trabajo o cuando está aburrida. Lo llama y lo cita donde sea, en su cuarto, en el departamento de ella, con o sin Shinji, en el dormitorio contiguo (¡¡¡mejor así porque a ella le gusta que los oiga gemir, sentirse espiada!!!); en un motel o en el auto. Ella hace con él lo que de quiere dos, tres, horas, toda la tarde o toda la noche, depende de su líbido y los orgasmos que quiera tener.

Cosa igual sucede con Elisa, cuando la llama Efrén; con Lucy cuando almuerza con su compañero de trabajo; con Diana cuando chatea con su cuñado, o cuando Alicia se deja tocar suavemente los senos por su amante.

La verdad es que los hombres tienen la falsa creencia de que eligen a sus mujeres cuando tienen ganas y no es así. Son ellas quienes eligen a sus compañeros de aquelarre, esporádicos o fijos. Lo único que hacen los masculinos es mostrarse más atentos a la espera de ser escogidos; es el juego de la selección de las especies de Darwing, donde en nuestro caso, el hombre propone y la mujer dispone.

Esta aseveración me la hizo notar un amigo mío hace muchos años, quien la mayoría de las veces ha sido escogido hasta ahora.

... surge aquí la pregunta tonta ¿Por qué a mi nadie me ha escogido en todos estos años?...

 

Vocación equivocada



No tengo religión, pero sospecho que tengo complejo de monje. No me malentiendan, no soy moralista ni mojigato. Me gusta la vida mundana como ustedes, salvo algunas que no comparto como las drogas, el alcohol o el tabaco. M gusta vivir sin problemas.

Al decir que tengo complejo de monje, me refiero que tengo tendencia a recluirme y no saber del exterior. La verdad es que si tuviera vocación para la fe o el patriotismo, me hubiera convertido en religioso o soldado respectivamente, pero no lo hago, por la sencilla razón de que el clero es un sistema corrupto que oprime a la gente en nombre de dios y el ejército en nombre de la patria, con la atenuante de que este último no tiene sentido del honor. En otras palabras, ambas instituciones nunca practican lo que predican: el amor al prójimo y el respeto ciudadano.

Por eso jamás creí en las fábulas de los santos mártires ni en los cuentos de abnegados guerreros; son lo mismo en esencia, ya que los sacerdotes y los generales se valen de esos mártires para crear una mentira y un falso ejemplo de sacrificio y miedo. Esa es la razón por la que no puedo ser ni clérigo ni soldado, porque no puedo robar la limosna de un cojo, ni matar a un niño, y porque soy una oveja negra a mi modo.

Monday, April 10, 2006

 

Destiempo


Ha veces pienso que perdí mi tiempo, que no hice ni dije las cosas que debí en su momento.

Talvez por mis trabas durante mi adolescencia, mi aislamiento obligado, las humillaciones ¡Qué sé yo! Será por eso que hago las cosas a destiempo, y tomo actitudes fuera de mi contexto físico (¡Aunque me gusta ser yo mismo!)

Pienso que mí vida ha sido un completo desperdicio hasta hoy, y lo que más me duele es haberme fallado a mí mismo. Pero ya tampoco soy culpable, empezando por este maldito juego del Gran Morboso y de la gente que me ha hecho daño a estos últimos no los culpo en parte aunque son factores de lo que soy.

El Gran Morboso ansía desde su butaca que termine muerte, mientras traga un bocadillo.

... A veces quiero darle el gusto, a ver si sube el raiting...

 

TE SEGUIRE


A donde me lleve tu vuelo
te seguiré, sin dudar.

Por donde camines tus pasos seguiré,
sin cuestionar tu rumbo,
ni las acciones que cometas.

Las batallas que libres
te acompañaré con mí espada,
pues así te he prometido.

Te seguiré, sin saber lo que significo para ti.

 

DARIA


Daría lo que fuera por olvidarte,
por borrar las heridas que me has infringido sin saberlo.
Duele recordarte cada día, cada segundo,
duele mi interior, recorriendo en lágrimas de ira.

Daría lo que fuera por borrarte de mi vida
y sacarme este dolor
que no hace más que dañarme,
pero no quiero pues no es tu culpa.

En vez de ello desearía no haber existido jamás.

Monday, April 03, 2006

 

¿Para quién escribo yo entonces?

Al principio, la idea de escribir en este blog fue para retomar mi habilidad de crear y proyectar lo que percibo. Debido a la influencia de Kodama-chan, fue que lo he tomado cada vez más en serio. Se ha vuelto un vicio para mi escribir, a la vez de placer y tensión por tener que presentar mis tres trabajos para la actualización de cada lunes. Volver a escribir me ha devuelto el ímpetu que una vez creí perdido. Es lo que sé hacer, para bien o para mal.

Sólo tengo una duda ¿Será que alguien detrás de la pantalla me está leyendo? ¿Será que si alguien me está leyendo, logra estremecerse o sentir esa curiosidad de lo que escribo?

La verdad es que lo ignoro. Puedo ser leído en España, EEUU, Kyoto, como no; puede que alguna que otra aliada lo haga y no. Es esa incertidumbre, pero a la vez esa presión de mostrar en mí página lo que creo e imagino a un público invisible, que me exige y no al mismo tiempo.

Escribo para desahogarme, escribo por que me gusta, escribo para nadie y para quien le quede el guante, escribo para ti. No seré talentoso como mis colegas de la comunidad, pero hago lo mejor que puedo.

No sé si leas esto, pero si algún día lo haces, házmelo saber, para saber si en verdad vale la pena.

 

Mariposas



Mariposas que cubren tu dulce cuerpo,
tus emociones frágiles, los secretos que sólo yo conozco.
Agita tus brazos en alas fantásticas,
para surgir de todo, buscando libertad y el amor escondido en mí.

Elévate con ellas en danza silenciosa,
sonríe para mí cuando alcances el éxtasis
en un cántico, en un beso inocente.

Vuelo de mariposas,
alas fugaces multicolores.
Quieres ser como ellas.
Ser luz, ser música,
poesía viviente, luna, perla de un mar único,
lujuria, amor incondicional. Ser mujer.

 

Cacería II


- Mi lord, lo tenemos rodeado - dijo el capitán.

- Buen trabajo, capitán - echó una mirada a la enorme bodega abandonada en las afueras de la ciudad, como un niño ansioso. -. Que sus soldados rodeen el sitio. Si él sale con vida, mátenlo.

Dicho esto, el Lord Sith entró confiado en la bodega, un sitio vacío y descuidado, ideal para un duelo. En el otro extremo, cerca de una pequeña montaña de chatarra, un hombre de aspecto ancho y burlón lo esperaba con patético estoicismo. Él sabía muy bien, como su depredador, que no había escape.

- Así que “Darth” Moftawn - dijo Croxus deteniéndose cinco pasos frente al impostor -, finalmente estás atrapado.

- No es posible que me hagas esto, Darth Croxus - rió nerviosamente -. Somos aliados.

- ¡Nunca te consideré un aliado! - refutó el Sith -. Pretendiste asimilar el Lado Oscuro, con tu palabrería y unos cuantos trucos baratos. Debo reconocer que fuiste un poco hábil, pero no lo bastante para mí, puesto que soy mucho más poderoso que tú. Yo sí conozco el poder del Lado Oscuro.

Moftawn estiró su regordeta mano y levitó un destartalado compresor, lanzándolo como piedra hacia Croxus, el mismo que lo repelió fácilmente, chocándolo contra unos contenedores.

- ¿Te haces llamar Sith con esos trucos? Me decepcionas.

- ¿Es por ella,¿Verdad?

- No sé de qué hablas – Croxus alejó un inesperado sudor de su frente.

- Estás furioso porque ella me eligió a mí, con todo y mis trucos.

- Cállate –masculló para conservar su ira.

- Eso es – sonrió el confiado Moftawn –. Ella me eligió y la pasamos muy bien.

- Cállate.

- Ella lo disfrutó y la tuve desnuda entre mis brazos después de hacerlo toda la noche.

- ¡CALLATE!

Croxus arrojó unos mortíferos rayos de su mano que envolvieron el corpachón de Moftawn, sacudiéndolo entre sus lastimeros chillidos.

- ¡YO NO TENGO LÍMITE EN MÍ PODER! – Levantó la bola luminosa arrastrándola a un rincón, donde lo dejó caer al retirar los rayos.

Es muy fácil destruirte así – dijo Croxus al jadeante sujeto –. Veamos si eres bueno con el sable. Anda, enciéndelo.

Moftawn se levantó muy pesado y encendió su sable de luz, su cuerpo expelía ríos de sudor de sus fofas carnes. Sintió que los ojos de Croxus le taladraban con odio implacable, y el miedo le estaba invadiendo al haber desatado la furia del Sith. Aún con las probabilidades en su contra, el hombrezuelo empuñó su sable y fue al ataque.

- ¡Maldito!- gritó el regordete atacante, blandiendo su arma desesperadamente, sin coordinación, ni técnica, a lo que Croxus repelió el ataque, sujetando su sable con una sola mano.

- ¿Eso es todo? – se burló Croxus, mientras caminaban en círculos - ¡Qué desperdicio!

Antes que Moftawn reaccionara, Croxus avanzó a él con velocidad atroz, con movimientos de sable furiosos; la hoja de luz deslumbraba muy rauda a los ojos del rival quien poco pudo hacer para defenderse.

- ¡Izquierda, derecha! - gritó Croxus sin dejar de atacar - ¡Golpe frontal! ¡Corte en V! ¡Corte en arco! ¡Vamos! ¡Rompe mi defensa! ¡No puedes! ¡Desequilibra mi atención! ¡Qué intento más torpe! ¡Movimiento doble! ¡Media hélice! ¡Golpe central!.
Finalmente, Croxus se hartó y cercenó la mano que empuñaba el tipejo, quien profirió un rudo grito antes de caer de rodillas.

La hoja luminosa de Croxus impidió que se incorporara, yacía apenas a unos pocos centímetros de su gruesa papada.

- Jamás asumas un poder que no alcanzas a entender, como lo es el Lado Oscuro. Esta es la primera y última lección que te doy.

Sin añadir más, Croxus movió su sable con precisión, rebanando el cuello del vencido. Se dio la vuelta de regreso al exterior, sin mirar atrás.

- Hasta en la muerte me decepcionas – murmuró.

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