Monday, May 29, 2006

 

Mis Aliadas Parte IV: Lo que pienso de Edith


Edith, la Primera Elegida, la conocí también en Kuwait. Es una chica sensual (me gustan las chicas sensuales, ¿Qué puedo decir?), bohemia, soñadora, algo complicada, liberal, al punto que solía cambiarse de ropa a mi espaldas para irse a sus clases de danza . He sido parte indirecta de sus aventuras, un consejero y confidente. Solemos hablar de todo un poco sin tapujos cuando la visito a su casa.

Hace poco que Edith es madre soltera de una linda niña como ella (menos mal que no se parece al padre). Obviamente que eso ha afectado su vida diaria, pero tener en manos una vida es algo indescriptible que solo una madre lo puede saber.

En fin, he estado con ella en casi todo su proceso mi estimación seguirá con ella hasta que el cuerpo aguante.

Edith, si lees esto (aunque no sepas manejas la Internet) has sido y sigues siendo una buena aliada. Que la Fuerza te dé las virtudes necesarias para que tú hija sea mejor que nosotros, con nuevas respuestas para dar.

 

Detalles


Tomando como referencia lo que Princess escribió sobre los detalles.

Los detalles, son esas pequeñas acciones que uno demuestra su aprecio y cariño para con la otra persona.

La mayoría de hombres no ven la importancia del detalle ya que lo consideran triviales, útiles sólo para la fase de conquista y que luego son olvidados cuando ya consiguieron lo que querían.

Para una mujer, los detalles tienen un gran valor. Sea una llamada telefónica, un mensaje de texto, un girasol al salir del trabajo, una poesía recitada al oído, para ella tiene más valor que un lingote de oro. Se hacen sentir apreciadas y queridas.

Los detalles que surgen de la franqueza, son más duraderos que aquellos que se los hace con otro fin. Cualquier detalle debe ser sincero y transparente.

Muchos hombres no saben apreciar el detalle y hacer uno, debido a ser tildados de homosexuales, o porque simplemente no tiene sentido (salvo lo que escribí en el párrafo anterior)

Por eso he llegado a comprender el valor del detalle, cuando doy o recibo, porque son muestras de aprecio y afecto que demuestran lo mucho que me importa y viceversa.

 

Miras

Miras el horizonte esperando algo
por encima de las torres de cemento.
Sientes que no perteneces aquí,
pero es tú hogar a la fuerza.

Esperas algo, a veces lo sabes y otras no:
un nuevo tiempo, alguien,
eso no lo sabes en verdad
y esperas a pesar de todo.

Los días pasan repetidos
y conoces de todo:
desde hipócritas bocas
hasta sombras sinceras y seguras como la mía.

Sientes deseos de reír o llorar,
pisas un terreno al que no te acostumbras
del smog, la ignorancia y la burla.

Soy igual que tú: un extraño más.

Sigues mirando el horizonte
plagado de luces nacientes,
persiguiendo el devenir,
escapando de la confusión.

Monday, May 22, 2006

 

Mis Aliadas Parte III: Lo que pienso de Amy

Amanda o Amy, es de las amigas que ha estado conmigo al pie del cañón. Es la Segunda Elegida y forma parte de mis mejores amigas. La conozco desde los años en que combatimos juntos en Kuwait (La Universidad), fue la mejor combatiente de nuestro batallón.

Como a las otras Elegidas, nuestra amistad fue un proceso que ha fructificado con el paso de los años. Solemos charlar cuando su apretada agenda lo permite, ir al cine, compartir un café y darnos consejo mutuo.

Del mismo modo que mis otras aliadas, aprendo mucho con ella. Se ha convertido en la hermana mayor que nunca tuve, a la vez que he sido su estratega, confidente y consejero. Por ello, mi afecto, mi valor y mi lealtad están a su servicio.

Amy, quiero que sepas lo mucho que te admiro y aprecio. La Fuerza a querido que nuestras vidas se cruzaran. Valoro lo que has hecho por mí, al igual que tu presencia en los momentos que hemos y seguiremos compartiendo.

¡Te quiero mucho!
Keep my secret well, like my eyes keep my tears

 

Lejanía

He vivido bajo este desierto
entre la arena y el olvido,
soportando los soles inclementes
y el rugido de la esclavitud.

¿Por qué el azar me arrojó aquí?
Donde no hay futuro, sólo morir.

Sin embargo, conservo un sueño
el ser más que un esclavo de la arena,
ser algún día el amo de mi sendero

Mi destino no es la sumisión.
Una vida mejor me espera más allá de las estrellas.

 

Solamente

Tan sólo dime
una frase renovada,
capaz de transgredir
el imponente esquema.

Dame tan sólo
un segundo de eterna duración,
capaz de paralizar al desquiciado tiempo
(en tus besos azules lo escucharé).

Tan sólo dame
un abrazo mineral
que alcance a resolver
la incansable incógnita.

Dime tan sólo que estarás ahí
en el mismo espacio que pretendo seguir,
mientras haya una luz.
(cuando toques mis manos lo sabré).

Monday, May 15, 2006

 

Viernes: El Nuevo Pacto

La Fuerza actúa de manera muy extraña.

Pese a los días transcurridos, los más largos e inciertos de mi vida, me llamaste tal como lo habías prometido, en el momento en que acompañaba a Sara Black hacia la ciudad.

Al oír tu voz por mi celular me pareció como si no lo hubiera escuchado en años. Me dijiste que estabas caminando hacia el sur y que te encontrara a mitad del camino.

Apenas dejé a Sara abordando un taxi, corrí al punto de encuentro. Parecía que vivía una escena de anime o algo así, porque corrí lo más que pude (justo hablábamos Sara y yo de los caballeros de oro y de cómo podían saltar con semejantes armaduras) y sorteando los autos y bus de la ecovía al más puro estilo de Matrix. Nada podía detenerme, todo para verte.

Nos encontramos en la mitad de la avenida. Tenía tantas cosas que decirte. Tú te limitabas a escuchar.

- Dame tiempo – respondiste a mi pregunta sobre tus aventuras legendarias y no insistí.

Por mi parte, argumenté lo que tú sabes. Hablé con mi sinceridad acostumbrada, mirándote a los ojos mientras compartíamos unos helados de mora en la creciente noche.

Sentí algo, mientras caminábamos hacia la Marín (hace meses que no lo hacíamos), como si nuestra amistad se fortaleciera tras estos días sin vernos. Charlamos (aunque yo más que tu esta vez, si lo sé, debo darte más tiempo), reímos y compartiste una golosina y un poco de queso que compraste en la panadería donde venden los postres que tanto te gustan.

En el bus de regreso, me sentí reanimado al estar contigo. Tu presencia es gratificante ¿lo sabías? Nuevamente volvimos a ser camaradas, hermanos. Pasará un poco de tiempo para volver a nuestro cauce, pero esa noche ha revitalizado nuestros vínculos ¿No lo crees? Yo creo en ti, y tú crees en mí. Tenemos un camino largo que seguir y mucho por compartir. Gracias por estar ahí. Tu amistad significa mucho para mí.

Nota: De regreso a casa no me importó estar colgado en el último bus, ni sentir la gélida brisa bajo la luna llena, ya que volví a verte. La comida me supo tan suculenta cuando llegué a casa y dormí como hace días que no lo hacía.

 

Mis Aliadas Parte II: Lo que pienso de Sara Black


Coelsa, mejor conocida como Sara Black, es otra de mis mejores amigas. Es la Cuarta Elegida (olvidé decir que Kodama-chan es la Tercera Elegida, ¡Sorry!). Con ella comparto muchas cosas, como el anime, la música rara y ver las cosas con un poco más de surrealismo.

Le volví a ver luego de dos años, cuando ella se fue de aventura a Europa. Es ocurrida y directa. Con ella suelo pasar la tarde entre ver anime, cocinar algo, ordenar una pizza cuando hay dinero, y hablar de todo. Si bien es la más joven del grupo, tiene potencial y mucho que ofrecer.

Al igual que mis aliadas (Kodama-chan, Edith y Amanda) a Sara le he jurado lealtad. No olvidaré el comentario que escribió en mi blog: “Te quiero por tu maldita lealtad”, ni tampoco lo que me contó la tarde en tomamos un capuchino: “Yo no puedo fingir contigo”.

Desde que volvió de Europa, nuestra amistad se ha ido consolidando en muy poco tiempo. Mi lealtad, mi valor, así como mi afecto está con ella.

Si llegas a leer esto Sara: Es un honor volver a verte. Gracias por confiar en mi y compartir lo que los “normales” no aceptan. ¡Banzai!

Monday, May 08, 2006

 

Ikki, el caballero fénix: el regreso del Sith





Ikki es el caballero del Fénix, solitario e individualista pero más que eso, tiene la habilidad de renacer de las cenizas cuando lo creen por muerto. En estos días, aprendí de él, y rescaté mí Fuerza de la oscuridad.

Al igual que Ikki, he reunido nuevas fuerzas, me quité mi vieja armadura cambiándola por una mejor. Tengo nuevos ímpetus que llegaron a mí cuando me dieron por muerto, al sacrificar mi vida anterior. Lo único que recuerdo ahora, es estar con la gente que quiero, admiro y respeto, seguir aprendiendo de ellas y seguir mi juramento de lealtad y fidelidad, hasta que el cuerpo aguante.

Como Ikki y el ave fénix, me levanto de las ruinas del anterior Croxus. ¡Un nuevo Croxus ha surgido de las cenizas! ¡El Sith está de regreso! No me retracto de las cosas que he pronunciado y realizado pues no hice nada malo a nadie, ni mucho menos a la gente que quiero. Aquí estoy pues, quienes querían verme en el fondo ya no les daré el gusto. ¡Soy Croxus el Lord Sith!

Lo que no te mata, te hace más fuerte. Y soy mucho más fuerte que antes. ¡He regresado de la muerte!

 

Mis Aliadas Parte I: Lo que pienso de Kodama-chan



Kodama-chan es una de mis mejores amigas. Con ella comparto muchas cosas, desde una charla de vuelta a casa, una buena película, alguna golosina, hasta nuestras vivencias.

He aprendido mucho de ella en estos años y lo sigo haciendo hasta ahora. Mi vínculo con ella es intenso pues la he valorado como gran persona, ocurrida, franca, leal. Es como la hija que jamás tendré, es de mis mayores orgullos.

Al igual que mis aliadas (Edith, Amanda y Coelsa) a Kodama-chan le he jurado lealtad, de seguirla, escucharla, ayudarla. Esa es la misión que se me ha encomendado y que en parte le da sentido a mi vida: de ser, consejero, guía, estratega y amigo, tanto para Kodama-chan como para mis aliadas presentes y futuras.

Mí espada y mi valor están al servicio de mis aliadas (Léase Maldita lealtad, maldita lealtad) de seguirlas como ha nádayes, porque creo y confío en ellas.

Kodama-chan, yo creo en ti. Eres mi bendición y mi orgullo. Estaré contigo porque eres una aliada importante en mi vida. ¡Bendita seas!

Monday, May 01, 2006

 

La Consecuencia de mis actos (Versión censurada)


La imagen que ven a continuación, refleja cómo estoy interiormente en estos días. A veces las estrategias fallan, y uno debe pagar el precio.

Tal como la imagen, mi interior está totalmente quebrantado. Dudo el tiempo que tardaré en sanar, dudo si logre recuperarme esta vez. La verdad, esta última batalla me dejó sin equilibrio, sin norte. El viaje místico que hice durante un mes no sirvió de nada. Creí que tenía una esperanza para mí y erré una vez más. Eso me tiene desalentado, frustrado, frágil, a la deriva.

No culpo a nadie de mi situación. Tú no tienes la culpa. La culpa es mía por ser un error, por estar aún con vida.

Lo que me queda ahora es reconstruirme, jamás creí que la operación Día-L me dejara tan al borde. Debo resurgir.
A quien corresponda: si lees esto y logras verme, me gustaría un abrazo tuyo. En verdad lo necesito...

 

Olvido


Las lágrimas ya no fluyen en mí esta noche, pero el dolor está ahí, acabándome. Tengo la mirada perdida, mirando a la nada. No hay sentido, nada tiene sentido para mí ahora. No sé a donde voy, no sé que siento, salvo esta agonía. Agonía, la antesala de mi libertad (la muerte), tan esquiva y burlona que me mantiene aún en este escenario, mientras cometo errores. ¿Cuánto más durará este maldito juego? No lo sé. Lo que sé es que no hay nadie aquí.
Las lágrimas ya no fluyen en mí, pero el dolor está ahí, acabándome...

 

Al margen del camino

Ayer caminé al margen del camino oscuro y frío. Todo era silencio, tanto que se tragaba los ecos de mis pisadas.

No quise llorar, y lo hice. Nadie me veía. Volvía a casa con la derrota en mí mochila, el precio de la estrategia. El camino seguía largo, interminable, sombrío. De repente, me detuve a resolver el enigma. Dolorosamente descubrí que hay partes de mi destino que por más desee no puedo cambiar, y que al final de este oscuro camino no hay nadie del otro lado, esperándome.

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