Wednesday, October 31, 2007

 

Sobre la Verdad

Hay un dicho que leí una vez: “La verdad es un camaleón”. Según el concepto verdad es la aceptación de un suceso irrefutable. Sin embargo surge aquí la duda: ¿Qué tan dispuestos estamos en exponer la verdad? ¿Acaso somos capaces de decirla sin importar las consecuencias o preferimos ocultarla o mostrarla a medias? Decir la verdad puede convertirse en arma de doble filo en el sentido de que al mostrarla tienda a ser mal recibida o en el remoto de los casos aceptada como muestra de honestidad por parte de quien la recepta.
Lo paradójico es que se nos inculca a decir la verdad, pero la mayoría, por no decir todos, no está en capacidad de pronunciarla, por temor a perder lo que se tiene, el trabajo, la reputación, la persona con quien comparte la cama, etc.
Admitir un equívoco, desde quedarse con el vuelto del mandado, hasta acostarse con otr@ persona implica de que la parte afectada tenga la suficiente entereza para emitir un criterio justo o simplemente enceguecerse con el rencor. Por tanto decir la verdad implica el riesgo de perder lo que se tiene, es decir, la confianza y el amor de aquella persona que nos interesa.
No hay verdad perfecta solo un referente

Tuesday, October 23, 2007

 

Ironía 1.0

La tecnología a contribuido en mejorar nuestro estilo de vida. En lo que tiene que ver con la comunicación, poseemos lo que era impensable década atrás; tenemos el más sofisticado sistema satelital, para contactarnos desde cualquier parte del mundo, Internet cuyos portales de chat y sesiones de webcam nos permiten estar en contacto con cualquier persona, hasta tenemos un sistema de telefonía celular con el que nos facilita estar comunicados.

Ironía... tenemos la tecnología para comunicarnos, y sin embargo estamos solos...

 

Subjetividad

“Uno obtiene lo que se merece”. Es una expresión tan subjetiva como ambigua. Por un lado, recibimos según el grado de nuestros actos sean buenos o malos, obstante, ¿qué ocurre cuando obtenemos algo de forma inmerecida? ¿Acaso merecemos un acto injusto, especialmente por haber actuado sin malicia y con mucha integridad?

Decir “Uno obtiene lo que se merece” no siempre es certero, hasta puede llegar a caer en el conformismo.

En lo personal, de las cosas que he aprendido es no aceptar lo inmerecido. Rechazo las acciones injustas a mí persona y por tanto no las merezco.

Soy lo que soy y por tanto merezco lo mejor, pues actúo para ello y lo injusto lo devuelvo.

El asunto es no decir “Uno obtiene lo que merece” sino “Obtengo lo que quiero”

Tuesday, October 16, 2007

 

Escudo

- Te noto diferente – dijo Alexandra cuando nos vimos luego de dos años -. Tú mirada ya no tiene ese matiz agobiado. Te siento más fuerte.

A raíz de aquel comentario, y viendo las cosas en retrospectiva, he aprendido mucho, y como consecuencia de ello, me he vuelto mucho más fuerte de lo que era. Aquella caída ya legendaria, si bien produjo dolor y pérdidas, fue retribuida por una renovada fortaleza que reanimó mi orgullo y consigo un nuevo elemento: un escudo capaz de resistir cualquier intento de agresión.

Porque mi integridad está ahora por encima de todo, y este escudo, fruto del sacrificio incomprendido y de mi victoria sobre el temor, resguarda ese territorio sagrado, mi espacio de paz interior fuente de mi fuerza y orgullo, que nadie más tendrá la osadía de menospreciarlo, porque esta barrera repele cualquier intento de quebrarlo.

He aprendido casi todo. Y una de las cosas que jamás volveré a repetir será el exponerme con mis defensas abiertas. Por más afecto que sienta, por más lealtad de prodigue, mi orgullo está por encima de todo, sea quien sea.

(Gracias una vez más)

Wednesday, October 10, 2007

 

MISATO



Lujuria en mis venas,
cicatriz y venganza
sueños de orgasmo
imperfecta como yo.
Misato: madre artificial.
Promesa de un beso,
unión de nuestros cuerpos
si algún día regreso.
Aborreces el destino divino,
sobrevives los días marcados
apasionada entre mis brazos
Misato: sacrificio contrariado.
Conflicto y sosiego,
encuentros carnales
escondidos en mi mente
Mientras ingreso a lo inevitable
me entregas tu cruz-amuleto,
pacto cómplice en nuestras manos
para cuando llegue el tercer impacto...

Monday, October 01, 2007

 

Te Quiero

“Te quiero” es algo que no me habías dicho en mucho tiempo. ¿Cuándo fue la última vez que lo dijiste? Creo que por mediados del año pasado en una noche triste. Y volviste a decirlo una noche como esa, pero sin la tristeza de la anterior.

En muy pocas ocasiones me dicen “Te quiero”, recuerdo la primera vez que lo oí una tarde en la facultad, cuando Amy me invitó un café y lo dijo: “Te quiero”. Al principio me pareció raro, pero ella me enseñó tanto a aceptarlo como a decirlo.

Luego vino Edith cuando le hice su primer regalo de cumpleaños; también Alexandra en mi primera cita, allá en el lejano mes de mayo del 2001; luego lo hizo Wolfhyld cuando salimos del cine; más tarde lo dijo Yukino en los días del Exilio y finalmente Nilith cuando nos perdimos en el mercado artesanal.

“Te quiero” me gusta oírlo de ellas así como pronunciarlo.

“Te quiero”. Que lindo se oye y que lindo se siente.

“Te quiero” es agradable que provenga de tus labios después de tanto, tanto tiempo.

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