Wednesday, October 12, 2011

 

Cynthia (Entre los polos opuestos y la manipulación)

Cynthia, es un ejemplo vivo de la manipulación y la antipatía. A simple vista parece una mujer agradable y atenta, pero es todo lo contrario para quien logra ver más allá. No niego que es una mujer bonita, pero usa sus atributos con tal de conseguir un favor.

Todos los masculinos en la Estación han caído antes sus “tácticas”, obedeciendo sus “deseos” sin dilaciones. Todos ellos han sucumbido ante tales encantos, menos yo.

Cuando necesita algo exhibe sus curvas en poses muy sensuales, o habla con un tono suave tirando a meloso, o usa ambas, añadiendo una caricia al hombro, a la mano del hombre en cuestión y un abrazo. Ellos, a su vez, actúan diligentemente, creyendo que ella es una buena persona y que en el futuro llegarán a ser buenos amigos o algo más. (Eso incluye llevarla a la cama)

Sólo yo y unos pocos, sabemos cómo es ella realmente: una manipuladora que obtiene lo que quiere a través de su físico, pero una vez que termina de usar al tipo de turno lo desecha y lo ignora, hasta cuando crea que volverá a necesitarlo.
En poco tiempo me di cuenta de su actitud. Su tono meloso que produce, cada vez que llega a videoteca, no hace más que incomodarme.

- Queridooooo, ¿Me consigues tomas del concierto de Chayanne?

- Ok, dame 5 minutos - contesto frío, sin mirarla, ignorando sus caricias sobre mí hombro.

En otra ocasión, Cinthya vino a mi área, se sentó a una esquina de mi escritorio, cruzando las piernas y realzando su figura provocativamente.

- Mi vidaaaaaaaa, necesito tomas de Fausto Miño para hacer un reportaje especial. Es ur-gen-te.

Sólo la miro de reojo y vuelvo la mirada a la pantalla.

- Apenas termine de conseguir las tomas para César te ayudo – respondo muy frío.

Sé que ella se muestra desconcertada cada vez que viene a pedirme algo, e intuyo lo que piensa: “Todos caen, menos este, pero, ¿Por qué?”

Este aspecto es una de las razones de nuestra antipatía, además de sus claros prejuicios.

Lo interesante es que es una antipatía implícita, como una ley no escrita. Cuando nos encontramos, ella desvía la mirada y yo hago lo mismo; si nos vemos forzados a saludar, lo hacemos secamente. Ella sólo usa su melosería y atributos para romper un poco el hielo (sin conseguirlo) y solicitar algo en videoteca, a lo cual lo efectúo porque es mi labor y nada más.

Nos detestamos en silencio. Cynthia es una prejuiciosa conmigo y yo no la soporto porque es una manipuladora y superficial. Desde mi Demoníaco punto de vista, desde que volví de la muerte, mis habilidades me permiten reconocer esos turcos baratos de manipulación e ignorarlos.

Como lo dije antes Cynthia y yo no nos soportamos, lo que demuestra que los polos opuestos no siempre se atraen.

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