Monday, September 24, 2007

 

Promesas

Una promesa es un ofrecimiento, algo así como un pacto con quien se lo entabla, y con lo idealista que soy, tengo la propensión a cumplirla o que se cumpla desde la otra parte. En algunos casos, desafortunadamente, gente que me ha dado su promesa no la ha cumplido, sea porque se olvidó o porque simplemente no le dio la importancia y lo hizo solamente para quedar bien ante mí.

En cambio yo procuro cumplir mi palabra tanto por lealtad como por orgullo propio. Eso si, no pongo mi orgullo así por que sí (“Jamás ofrezcas lo que no puedas cumplir”) pues quedaría mal con tod@s pero más conmigo mismo.

Una promesa es una promesa. Sin embargo nadie es perfecto, alguna vez he roto mi palabra, mas en la mayoría de la veces en que he dado mi promesa la he cumplido a cabalidad. Mi palabra tiene mucho valor y espero lo mismo de quienes me lo han ofrecido.

Una promesa, es siempre una promesa.

 

Enamorada 1.1

Te vi en medio de la acera, contenta, enamorada. No dejaste de abrazarlo ni besarlo. Te sentías lejos de todo por unos momentos, un estado del que pocos pueden vivirlo.

Te sonrojaste al verme, querías darme explicación de lo que hacías, pero impedí que me lo dieras. No hacía falta, dicen que el amor embriaga al que lo padece, y tu lo tienes; conozco los síntomas, pero no los he experimentado. Así que decidí esfumarme y no interrumpir tus emociones para con tu pareja. Amiga mía, es agradable verte feliz y muy radiante.

¡Ah! La juventud. Ojalá yo tuviera también algo que contarte, mi querida Yukino.

Monday, September 17, 2007

 

Sonreír

La verdad no suelo sonreír a menudo, pues ya casi no tengo motivos, pero, cuando los hay, lo hago de buen modo y de tal forma que mi risa aflora muy clara y divertida.

Aquel chiste que me cuentas al caer la tarde. Ese comentario de doble o triple sentido. Una anécdota tuya o mía, un papelón; el verte disfrutar un helado o una taza de chocolate caliente, hacen que mi alegría aflore y sonría como la primera vez que lo hice, hace ya mucho tiempo.

 

¡Crash! (La otra tarde caminado)

Salí de la Estación una tarde sin sol. Caminaba contento pero al cruzar la calle, justo estando en la mitad de la vía un auto azul vino hacia mí muy rápido.

5 metros: toda mi vida pasó rápido.

4 metros: me quedo o no me quedo quieto.

3 metros: ¿Por qué no?

2 metros: Aún no es el momento.

1 metro: doy un fuerte brinco hacia la acera evadiendo al vehículo por muy poco espacio.

- No puedo morir todavía. Eso yo lo decidiré. - y seguí mi rumbo sin más.

(El viernes tuve como cinco situaciones de estas de regreso a casa. Sigo en pie. Una cosa es cierta: todavía no es el momento)

 

Proyección

Por más que lo intento, no consigo verme en el futuro.

Las veo a todas, algunas viajando, otras estudiando, viviendo casadas o en unión libre con hijos o solas; las veo lidiar con sus retos, las veo escribiendo, creando, amando. Las veo felices, pues eso es lo que espero de ustedes.

Irónico. Puedo intuir sus senderos, mas no los míos. Me veo fuerte, orgulloso, pero solo, olvidado como un lejano mito. Me veo lejos de aquí con mis sueños por equipaje: un errante recorriendo las estrellas sin el tiempo por yugo.

Me veo lejano y solitario. Mis intuiciones rara vez han errado. A lo mejor quiza...

 

Etéreo

¿Desde cuando buscar el ideal de libertad es hacerse daño? Tal vez sea cierto. ¿Pero acaso no toda acción implica un riesgo y ese riesgo puede o no generar daño?

¿Qué ocurre cuando uno ya ha aprendido lo suficiente? Pues simplemente se debe buscar otro nivel, ya que el presente actual ya no satisface el sentido de conocer y aprender.

Este escenario es transitorio cuya finalidad es aprender, autodescubrirse (y rebelarse). Lo que unos llaman auto eliminación otros lo llaman opción, la facultad de elegir cuando se da por finalizado este juego, porque al fin y al cabo de eso se trata esta dimensión temporal: un juego.

Solo al encontrarse a si mism@ se está en capacidad de adelantar el proceso, ello implica no hacerlo por estar en crisis sino únicamente cuando se está en equilibrio y en paz.

El aprender nunca se acaba, y al rebelarse se esta en capacidad de ir a donde uno quiera con su libertad recuperada, sin tener que rendir cuentas a nada ni a nadie y vivir en la dimensión que más le convenga por voluntad propia y no impuesta por nadie.

Muy pocos pueden llegar a entenderlo. Lo que es yo lo entiendo, pues mis cometidos ya casi están cumplidos. ¿Queda algo más que cumplir o demostrar? Desde mi punto de vista me temo que no...

Monday, September 10, 2007

 

La Frontera final

Sexto año de secundaria, la frontera final. El último combate a librar antes de pasar a un nuevo reto.

Estoy seguro que los años transcurridos en aquel frente de batalla habrán sido amargos y hasta decepcionantes, donde habrás visto a tus compañer@s desertar o perecer, donde la alegría se presentaba una vez cada eclipse de sol y conociste todas las facetas humanas posibles: la envidia, la traición, las actitudes vacías de tus camaradas durante las reyertas y en los breves descansos en las trincheras.

Habrás visto las injusticias del enemigo y de quienes creíste amigos, coleccionado éxitos y fracasos en cada misión incierta.

Y sí a pesar de esos años, Vietnam no deja de ser el sitio más hostil para cualquiera que a la fuerza debe estar, lleno de mentiras y falsas apariencias, luchando contra un enemigo autoritario y contra tus propios compañer@os.

Pero estás a poco tiempo de salir, es tú ultimo año. Como veterano de esa guerra, solo puedo decirte que resistas, lo importante no es solo salir como héroe, sino sobrevivir como sea.

Sexto año de secundaria: la frontera final. Un nuevo reto te espera al otro lado, donde solo tú tomarás tus decisiones y las consecuencias de tus actos.

 

Fe de Erratas

Nadie es perfecto. Hasta los demonios cometemos errores. A lo largo de mi vida confieso que jamás me he retractado de mis actos, sin embargo existen unos cuantos que hubiera deseado rectificarlos, pero que de algún modo estarán en mí como una marca imborrable. Así que, para saciar la curiosidad de mis lector@s y por iniciativa propia, mencionaré los 5 errores más grandes cometidos y que jamás debí hacer, los mismos que serán mencionados en orden ascendente.

Error 5: Haber intentado un tratado de paz con mi padre.- Hubo un tiempo en que di mi brazo a torcer para crear un ambiente de concordia con mi padre, pero jamás resultó. Su autoritarismo, su doble discurso y su costumbre de destruir todo a base de humillación, echó por tierra ese frágil tiempo de paz. La guerra fría sigue abierta.

Error 4: Haber forzado una cita con Anita.- La conocí en el segundo semestre en mi facultad, era la hermana menor de Chio (de quien estuve enamorado platónicamente). Al conocer de los amoríos de Chio con un profesor de la facultad, decidí intentar algo con su hermana menor invitándola a salir. Pasé como tres semanas rogando hasta que finalmente aceptó de mala gana. Salí con ella un mes de diciembre de 1999 y todo resultó forzado, al punto de mencionarme que tenía poco tiempo ya que debía ir al cumpleaños de su primo en la tarde. Digamos que fue mi primera no-cita con una mujer. Mi primera cita oficial sería con Alexandra en mayo del 2001.

Error 3: Haber lastimado a mi hermana.- Tenía 15 años y mi hermana 10 y no nos llevábamos nada bien. Una tarde de verano, cuando aún seguía afectado por haber perdido matemática con 09 en Vietnam, estuve cocinando unos patacones, mi hermana me estaba jorobando, hasta que no soporté más y le posé el cuchillo caliente con aceite sobre su mano derecha. Afortunadamente no hubo ninguna cicatriz. Con los años nuestra relación mejoró y nos llevamos bien.

Error 2: Ver Pesadilla en la calle Elm a los 10 años. Una tarde de 1985 logré convencer a mi primo a que me llevara al cine y tuve la “suerte” de que el boletero me dejara pasar a ver una película apta solo para mayores de doce años. Salí absorto luego de ver a Freddy Crugger y sus sangrientos actos por demás conocidos. Pasé noches con pesadillas en las que el me perseguía con sus garras de metal. Fue uno de los primeros miedos de tuve, miedo a la oscuridad, y mi primera confrontación que logré vencer a duras penas tras dos años de lucha, sin saber del mayor error que cometería años más tarde.

Error uno: Ver Caníbal Holocausto a los 14 años.- Es de por sí el peor error de mi vida. No se como es título llegó a mí, pero el rumor de esa película y de su supuesta veracidad me llenó de tanta curiosidad que rogué a mis padres que la rentaran del video club. Una tarde cuando llegué de Vietnam, y pese a las advertencias de mi madre, me las ingenié para verla solo... quedé horrorizado. Freddy Crugger estuvo en pañales y el temor a la oscuridad se abrió de un solo tajo. No pude dormir bien en muchos años, cuatro años de hecho, cada noche era un trauma revivir todo lo visto, pero a la larga logré vencer. ¡Soy un demonio! ¡Y nadie me hace daño!


Estos han sido los errores que jamás debí cometer. En fin lo pasado, pasado es, y eso me ha servido para no hacerlo dos veces. (Si has leído este post, estas retad@ para hacerlo en el tuyo)

 

Encomienda

Era de noche. El demonio pidió a la mujer detenerse un momento bajo una noche repleta de lóbregas nubes.

- Hay algo que deseo guardes por mí.

- ¿Qué es? – preguntó la mujer, y el demonio saco de sus ropajes una caja pequeña que cabía en su mano.

- Esta caja contiene la esperanza de una contraparte, lo que ustedes llaman pareja. He sido muy bueno guardando secretos a los largo de mi existencia, pero no quiero guardar esto porque en mis manos ya no tiene sentido, prefiero que alguien se encargue de cuidarlo.

- ¿Quieres decir que perdiste esta esperanza?

- Podría decirse, y en parte es liberador.

- Pero algún día tu también...

- No digas más. No pronuncies esas frases tan gastadas dichas por otros muchos labios, porque hieren.

El demonio dio la vuelta, mientras la mujer aferraba el objeto recién entregado.
- Ya está hecho – la miró sonriendo -. Estoy listo para mi confrontación final.

Y al decir esto, un par de alas salieron de su espalda y se elevó al cielo oscuro.

Friday, September 07, 2007

 

Sobre el Poder

Los humanos somos ambiciosos por naturaleza, en constante lucha por obtener el poder sea económico, académico, emocional, etc, lo cual en la mayoría de los casos tiende a ser destructivo ya que la ambición enceguece y corrompe, al extremo de que el individuo termina siendo esclavo de si mismo.

Muchos buscan el poder a partir de sus ideales desde sus humildes comienzos, durante ese proceso anhelan ser una mejor persona, justa, valerosa, en fin con todas las virtudes que se pueda recoger, pero, cuando se llega a una posición elevada, a un sitial prestigioso, aquella persona de buenos pensamientos se transforma abruptamente en lo que prometió jamás ser: alguien despreciable, altanero, intransigente, cruel, con aquellos que lo vieron crecer y con gente sencilla a su alrededor.

¿Qué ha ocurrido? Simplemente que la vanidad proporcionada por el poder opacó su buena voluntad olvidando sus comienzos, obligando a vender sus ideales; y como un adicto, la persona con poder quiere más y más poder, hasta hacerse totalmente irreconocible para quienes una vez lo estimaron y quisieron.

El poder no es malo, siempre y cuando se evite caer en su ceguera, solo deber servir para satisfacer ciertas necesidades inherentes de los humanos y nada más. El poder debe ser utilizado constructivamente y no para dominar. Aquel que lo busca debe preguntarse para qué lo quiere y jamás traicionarse, ya que eso significaría perder su esencia de todo lo que una vez fue.

 

Éxodo

No hay razón para seguir aquí
No hay más batallas que librar
No hay más que escombros guardando recuerdos
De lo que una vez creí.

Solo tengo mi nuevo valor, mi espada y mi cicatriz
Junto con los pasos que doy
No pienso exponer mi orgullo por nadie otra vez.

Miro todo por última vez
No puedo quedarme más tiempo en estas tierras
Debo dejar todo atrás
Y abrazar la libertad que solo la muerte me dará.

Me llevo todo lo que aprendí
Ahora debo seguir y esperar mi señal.


This page is powered by Blogger. Isn't yours?