Wednesday, September 25, 2013
Tusami
Desde lo alto
del edificio, se aproxima una ola gigante tan enorme que mis horrorizados ojos
no logran abarcarlo. Su agua es turbia, se acerca con pereza mortal, con el
ruido de las edificaciones aledañas que se quiebran a su paso.
Mi cuerpo está
helado por la impresión de lo que atestiguo, estás a mí lado y tomo tu mano.
Aquella masa de agua descomunal parece tener vida propia, su agua sucia choca
violentamente hacia a mí, rompiendo los cristales y separándome de ti. Apoyo
mis manos ensangrentadas para levantarme, grito tú nombre, te busco entre la
gente que se pierde desesperada en la marejada, pero no oigo respuesta tuya.
Grito tu nombre una y otra vez, entonces me doy cuenta que estoy solo entre la
ciudad destruida. No hay más que estructuras dobladas, calles cubiertas de
barro, muerte… y silencio.