Wednesday, January 30, 2013
Canción cómplice
Escucho nuestra
canción, la misma que bailamos muy suave y juntos en aquella habitación de
hotel en una tarde lluviosa de enero. Te estremecías conforme la melodía fluía
desde mí celular y no era por miedo,
sino por una cálida sensación de tranquilidad interrumpida por el fuerte latir
de nuestros corazones.
La habitación en
semioscuridad, permitía pasar la luz de la tarde gris a través de la cortina.
Mis manos sujetaban tu cintura, guiándola con el lento ritmo de la música. Jamás
había bailado de ese modo con una mujer, admito que tuve algo de nervios. En
ese justo momento nuestras miradas se hallaron. Sonreíste nerviosa. La canción
seguía fluyendo, muy suave, muy cómplice con nuestras miradas entrelazadas en
hilos invisibles.
Nuestra canción…
Sí, es nuestra canción, la que abarca nuestros secretos, la que estremece mi
corazón, cuando pienso en ti.