Tuesday, October 16, 2012
Encomienda
El amanecer estaba por llegar.
Sarah vino de la nada, sacó de su abrigo algo que no distinguí si no al
tocarlo.
-
Es mi corazón – dijo ella. Debe dárselo a
Nilith, ella lo necesita.
-
¿Pero tú…?
No respondiste nada y te fuiste
sin que yo lograra añadir más.
Estuve, solo en el declive de la
madrugada en medio de la ciudad con el corazón tibio y palpitante de Sarah.
¿Por qué y cómo hizo para sacarse el corazón? No lo sabía. Seguí caminando apurado, buscando a la
destinataria que se me encomendó.
-
Nilith - murmuré. Tropecé sobre el pavimento
mojado, pero impedí que el corazón sufriera daño, me levanté rápido, siguiendo
con mi búsqueda. Crucé corriendo un parque y
de pie, sobre una pequeña loma, vi a Nilith con rostro carente de toda
emoción.
-
Es tarde - me dijo.
-
No, no es tarde - rebatí.
-
Es tarde - insistió. Debo irme.
-
No, espera…
Una luz cayó sobre ella. La vi
desvanecerse a pocos pasos de mí. El corazón desapareció por igual en mi mano. Lloré a
pesar de mi apremio, no pude salvarla…