Saturday, June 09, 2012
Ser tío
Dentro de poco
se cumplirá el primer año del nuevo integrante de la familia, me refiero a
Gabriel, mi sobrino.
Su llegada a
este parte del mundo y a esta parte del espacio-tiempo fue tan curiosa como
tensa. Nació en la parte más alejada de
Canadá, lejos del terruño y los cuidados de su abuela. Fue una situación tensa,
ya que su nacimiento tardó más de lo esperado. Para no alargar tanto, diré que
el riesgo era tan alto que mi hermana por poco pierde la vida junto con su
hijo. La impotencia era muy evidente desde aquí por obvias razones; sólo
quedaba esperar, y en lo personal, ser fuerte ante los sollozos de mi madre.
Por fortuna el
riesgo pasó. Todo se logró resolver y la llegada de mi hermana, mi cuñado y mi
sobrino sería antes de finalizar el año 2011.
Si bien dicen
que ser padre es una experiencia única, también lo es para un tío. En este
tiempo ya me conoce cuando visito a mi hermana, me sonríe y ríe cuando hacemos
topes con los cachos (la frente) o cuando lo levanto muy en alto.
Procuro ver que su entorno sea seguro, como que soy mucho
más precavido que sus padres. Me cercioro de que no haya nada que pueda
golpearse o cortarse. De cuando en cuando le hago escuchar mí música, por lo
pronto Queen y los Beatles están bien, y le gustan mucho. Cuando tenga más edad
le iré mostrando otros grupos y estilos. (Será un gran rockero).
No hace mucho me
enteré que en Guayaquil un hombre intentó matar a su hija de 8 meses (la misma
edad de mi sobrino) ahogándola en una tina. Con esto quiero decir que mi
sobrino tuvo la suerte de nacer en medio de unos padres que lo quieren, unos
abuelos que lo miman y un tío que también lo quiere mucho y que le enseñará
todo lo que sabe.