Thursday, May 03, 2012

 

-                                                                         Al pie de la senda


-         - Hemos llegado – dije – A partir de aquí nuestros caminos se separan.

El sendero se mostraba largo y muy oscuro. Acomodaste el equipaje a tu espalda por última vez con tus manos nerviosas. Un solo paso y te iniciarías tu viaje a lo desconocido.

-          El día ha llegado – dijiste  y por vez primera te mostraste nerviosa -. ¿Dime cómo puedo deshacer el miedo?

-          El miedo siempre estará ahí, pero te permitirá estar alerta a las decisiones que tomes  - sujeté sus hombros y toqué sus manos por última vez -. Esto es lo que querías. Este es el punto sin retorno.

-          Lo sé.


-          Te seguiría, pero mi camino es otro.

-          ¿Qué harás tú?


-          Seguir mis ideales.

Tus lágrimas salieron finalmente y me abrazaste muy fuerte.

-          Gracias, gracias por todo

-          Haz lo que debas según te diga el corazón, no te expongas en peligro innecesario, no hagas nada que yo no haría, ¿está bien?


-         

-          Te quiero mucho.


-          Igual yo – susurraste.

-          Ten por seguro que yo siempre estaré contigo en tu mente y en tu corazón. Volveremos a vernos, si no en esta dimensión, en otra.


Secaste tus lágrimas e intentaste mostrar una sonrisa.

-          Ahora ve, Sarah. Que el viento sople a tu favor.

Tomaste tu equipaje y vi cómo te internaste a lo desconocido.

Al estar ya solo finalmente, pude arrojar una lágrima.

Comments: Post a Comment



<< Home

This page is powered by Blogger. Isn't yours?