Friday, July 22, 2011

 

Doble moral desde la tierra de libertad (Derechos humanos en duda)

Tras concluir la segunda guerra mundial, la recién conformada ONU estableció nuevos parámetros para garantizar la integridad de los habitantes. Fue así que se conformó la carta de derechos humanos y posteriormente el tratado de Ginebra con la finalidad de que los involucrados en los conflictos bélicos, tanto civiles como militares no sean objeto de las atrocidades durante el estado de guerra.

Lastimosamente, estos dos tratados, han sido intencionalmente omitidos casi en su totalidad en todos los conflictos desde mediados del siglo anterior hasta en la actualidad. La guerra de Vietnam, las guerras tribales en Ruanda y el conflicto de los Balcanes son solo unos pocos ejemplos, donde el genocidio, la vejación y las torturas fueron secreto a voces ocultas por la prensa oficial y la influencia política de sus gobiernos respectivos.

Una muestra reciente es lo ocurrido con la muerte de Osama Bin Ladem. Para llegar a capturar al famoso terrorista, el gobierno norteamericano, implementando un sistema de interrogatorio a aquellos sospechosos de la red Alqaeda muy cuestionables, ya que se valieron de las más brutales torturas para obtener la tan ansiada información del paradero del notorio afgano.

Ese mismo gobierno norteamericano que promueve la libertad, el respeto, el honor y la justicia y en cuyo seno acoge a la ONU, es la misma que utilizó mecanismos de degradación humana, ignorando los convenios que firmó en los tratados antes mencionados.

Dentro de lo paradójico, la comisión de justicia norteamericana, al descubrir las atrocidades cometidas contra sospechosos e inocentes, sólo se dedica a castigar al personal de bajo rango: soldados, cabos, sargentos, es decir al personal de tropa, pero a los de alto rango, los autores intelectuales, no se les toca. ¿Acaso eso es justicia?

La doble moral de Estados Unidos, en este caso es evidente. Si esto ocurre en una de las potencias del globo, ¿Qué se puede esperar del resto de naciones, en especial las del tercer, “cuarto” y “quinto” mundo?

Si Estados Unidos habla tanto de la libertad y justicia, ¿por qué no efectuó esos interrogatorios dentro de las normas éticas que tanto promulga? ¿Acaso valió el sufrimiento de dichos sospechosos (o no) que estuvieron o están en los calabozos en algún rincón del mundo, para capturar a un simple terrorista?

Desde mi demoníaco punto de vista, el fin justifica los medios, pero sin que haya el sufrimiento de por medio.

Comments: Post a Comment



<< Home

This page is powered by Blogger. Isn't yours?