Tuesday, July 21, 2009

 

Agonía Anónima

Yacía recostado en medio de la vía, bajo una noche fría y estrellada. Todo pasó tan rápido, al parecer gastó sus siete vidas y la brisa indiferente cobijaba su mareo. No podía levantarse, tal vez por que sus fuerzas lo dejaron o por que algún músculo o hueso afectado impedía hacer algún movimiento. Y si intentaba moverse, corría el riesgo de ser el blanco de las ruedas a los autos “distraídos”.

Yacía recostado en medio de la vía, bajo una noche fría y estrellada... a su suerte.

Hizo un lastimero llamado, como un náufrago a punto de hundirse. Pensó que terminaría ahí en medio de la carretera. En ese momento, oyó unos pasos que se detuvieron cerca de él, una voz le dijo que se calmara, que no intente hacer nada brusco, mientras sentía que una chaqueta lo envolvía para ser levantado del oscuro lugar.

El desconocido lo recostó sobre una cobija, le revisó y le dijo que no hay nada roto, que lastimosamente era muy tarde y que debía resistir hasta mañana para buscar ayuda.

Desde sus ojos, el herido vio al extraño prepararle algo de alimento, lo puso cerca de él, lo cobijó y le acarició la cabeza. “Resiste hasta mañana” fue lo que último que escuchó cuando se apagó la luz...

El extraño se levantó temprano, se acercó a descobijarlo, pero ya fue tarde, el herido se había dormido para siempre con una sonrisa en sus labios gatunos.


Comments:
quiza, si hubiera sido el gatito... hubiera preferido quedarme en las vias... ¿para que alargarlo?, pensaria... pero en realidad es mucho mejor dormirse en un lugar calido... que bueno que lo encontraste
 
Yukino: Fue una experiencia triste. Parece que al gran morboso le gusta estas situaciones, y por eso lo detesto.

Gracias por leerme.
 
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