Crónicas de mi Lado Oscuro

Frente a la renuencia del gremio de los educadores de ser examinados para determinar su profesionalismo, se devela uno de los aspectos más turbios, de los que se sabe pero se calla, la misma que conlleva a una afirmación por demás atrevida: La corrupción surge del mal sistema educativo que existe en nuestro país.

Y es que, los maestros, amparados en un gremio basado en ideales inservibles, se niega a que sean examinados a fin de determinar su grado de preparación en su desempeño como docentes, lo que demuestra que se oponen a un cambio en beneficio de los estudiantes, a la par que defienden un paradigma educativo arcaico e inferior a las nuevas exigencias de este mundo competitivo.

Personalmente he sido testigo, en mis tiempos de estudiante de secundaria (muy personalmente suelo llamarlo mi estancia en Vietnam, ya que no sabes contra qué se enfrenta y lo que importa es sobrevivir) de muchas injusticias y anomalías de “profesores” que por tener esa autoridad, imponen varios actos de corrupción: regalos con dinero o licor para comprar el punto que faltaba para pasar de curso, otros favores en metálico a la hora de matricular, la cuota obligatoria para el regalo del día del maestro, e incluso favores sexuales sean de alumnas, o madres de estudiantes para conseguir los consabidos puntos. También están los casos de doble discurso de estos “profesores” que hablan del ejemplo, del respeto y la integridad, cuando son ellos mismos que usan el aula de profesores para libar, o lo hacen con los propios alumnos incitándolos al vicio, entonces no se pregunten ¿Por qué el alto índice de consumo de alcohol entre los adolescentes?; también hay acoso de maestros de carácter hetero y homosexual contra los estudiantes y que son amenazados con dejarlos de año sino ceden los caprichos sexuales de dichos docentes.

Con estos elementos, se puede ratificar que parte de la corrupción es consecuencia de esos malos elementos llamados “profesores” que aglutina el gremio del ramo, y por ello la oposición de acatar la orden del Ministerio de educación de una evaluación puesto que ello implicaría, no solo la ardua tarea de actualizar conocimientos, sino que vulnera su “privilegios” al dejar de percibir las “dádivas” de sus pupilos.

Es duro exponer esto, pero la gran mayoría del gremio de “educadores”, solo les interesa cobrar el cheque y demás beneficios económicos; muy poco les importa que sus alumnos aprendan, ya que además de imponer ese modelo anquilosado basado en la repetición a base de miedo, no son capaces de facilitar ayuda a quienes no entienden algún tema de la materia.

Existen maestros que imparten los mismos temas de su materia en cuadernos de hace veinte y más años sin cambio alguno. Hasta hoy perdura la ofensa verbal y sicológica a los alumnos por ser distintos. Por culpa de esta gente es que parte de nuestra sociedad sigue hundida en la intolerancia, los prejuicios junto con los matices de la corrupción antes mencionados.

En países como Suecia y Japón se evalúa el desempeño de los maestros, a fin de mejorar el rendimiento de los estudiantes, y solo vean el nivel de vida que poseen y comparen con el nuestro. Los maestros de nuestro país, se niegan a ser evaluados, ya que pertenecen a una generación caduca y memorística sin brecha al cuestionamiento y bajo imposición mediante el miedo. Dichos miembros se oponen al cambio y se escudan en consignas “revolucionarias”, vetustas (por no decir cursis) así como la cansada figura del Che, todo por defender esos antros de corrupción y conformismo que son las escuelas y colegios.

Muy pocos son los que pueden llamarse maestros, aquellos que tienen convicción y vocación por enseñar, así mismo he sido testigo de aquellas poquísimas personas que no se vendieron al modelo del gremio ni a la corrupción. Pero, el mal los opaca como un óxido en el metal, lo cual esa una lucha desigual.

Si este país no mejora el nivel educativo a mediano plazo, irá al caos en todo ámbito, ya que las nuevas generaciones requieren de gente que sea capaz de enseñar con vocación así como predicar con el ejemplo. Si va haber un nuevo paradigma educativo debe ser con base en la teoría y práctica de valores, así como en una metodología de enseñanza basada ya no en la memorización, sino en el diálogo y el razonamiento.

Este país tiene mucho que ofrecer y será mucho mejor, si las nuevas generaciones tienen la apropiada educación que nunca tuvimos.