Saturday, May 30, 2009
Caras y caras

Eso es lo que me ha estado sucediendo con más frecuencia últimamente. A lo largo de mi vida he tenido esta dificultad de reconocer rostros, especialmente de gente que recién conocí, y es que, para tener noción en mi banco de datos, debo memorizarlo tres y hasta cinco veces. Sin embargo, esto no valida cuando voy por la calle y alguien me saluda. Yo, para no quedar mal, le sigo la corriente, le devuelvo el saludo y sigo mi camino.
Algo parecido me ocurrió semanas atrás cuando regresaba a casa por la noche. Estaba caminando por la Av. Patria en dirección a la ecovía cuando apareció frente a mí una chica, atractiva, que me saludo con un ¡hola!. Yo le respondí igual y seguí caminando mientras me preguntaba quien era, y la verdad que hasta ahora lo ignoro.
Esta dificultad de memorizar caras tiende a ser malinterpretado, ya que la otra persona llega a pensar que uno es un engreído. En fin, lo único que puedo decir a mi favor es que no soy bueno memorizando rostros.