Crónicas de mi Lado Oscuro

Se ha vuelto ya una tradición recordar el incidente del 28 de abril. No es por banalidad alguna, ni nada por el estilo, sino que esa fecha es de las más importantes en mi historia personal, como los japoneses recuerdan el holocausto nuclear

No voy a recrear lo sucedido hace tres años ya que no hay sentido hacerlo, (si alguien tiene curiosidad, las pistas están diseminadas en mi humilde blog) En vez de ello diré que aprendí mucho de aquel incidente, al igual que, como saben bien triunfé sobre mis conflictos internos. Gracias ello, el humano que una vez existió desapareció, transmutando en su verdadera forma y con ello llegaron los cambios en mi modo de ver las cosas.


El incidente me ha hecho muy fuerte. Admito también que me he vuelto más insensible, e imperturbable en el aspecto emocional. Mi orgullo resguarda mi interior sagrado que abarca mi paz equilibrada, por lo que me siento poderoso al erradicar ese típico sentimiento humano, dedicándome en vez de ello a concentrarme en mis ideales y valores.

Para agregar finalmente, les doy las gracias a quienes estuvieron con su apoyo en ese episodio, estoy en deuda con cada una de ustedes. ¡Gracias a todas!