Wednesday, October 08, 2008

 

Sofía

Hablar de Sofía es hablar de una de las mujeres que influenciaron mi vida.

La conocí cuando tenía diez años, ella tenía dieciséis. Era la hija de un compañero de trabajo de mi padre, y por alguna extraña razón empezó a frecuentarnos, a charlar con mis padres y conmigo de vez en cuando. Tenía curiosidad por todo, deseaba conocer lo que le rodeaba, y explorar su juventud.

Era una chica activa, muy animada siempre sonriente y también audaz; había días en que venía a mi casa vestida con el uniforme del colegio, iba al cuarto de mi hermana para luego salir de él vestida con un jean azul y camiseta amarilla, otras veces se cambiaba la ropa en la parte a atrás del carro de la familia, nos acompañaba a los centros comerciales (por aquellos años solo existían CCI, Caracol y el reciente centro comercial el Bosque), a comer hamburguesas; otras veces venía a casa para oír música, traía discos LP y de 45 (para los que no sepan, los LP eran discos de vinilo del tamaño de un tapacubos y el 45 del porte de una alfombrilla de mause, el CD aún no esistía), también se quedaba a ver los videos musicales que pasaban por el programa Soul Train (programa televisivo de la década de 1980 que pasaban videos musicales, en su mayoría provenientes de la reciente cadena MTV).

Aquella jovencita solía hablar de lo que haría tras salir del colegio. Uno de sus sueños era ser azafata y viajar por el mundo. Sus padres no estaban de acuerdo en que su única hija cometiera semejante acto, además que no le agradaban que ella tuviera amistades mayores a ella (¡Un momento! ¿Dónde he oído eso antes?)

Sofía también tenía un novio, no recuerdo su nombre, pero lo quería mucho; sus padres también se opusieron a eso, y se alegraron que él se fuera a Nueva York a estudiar por tres años. Ella tenía la edad de Yukino cuando su novio se fue del país, y no pudo felicitarla en su graduación. Antes de marcharse él le prometió volver, le escribiría a menudo y llamarla apenas pudiera (ojo, en ese tiempo no había Internet, no quedaba otra que escribir en papel y esperar al correo).

Las cartas llegaban regularmente, pero a los seis meses, él dejo de escribir y llamar. Sofía entró en una depresión. Tal vez se debió a esa crisis o la presión de sus padres que dejó de ir a las clases de inglés, así como a la escuela de azafatas y cedió a casarse con un hombre que sus padres habían elegido para ella: un hombre amargado de 35 años, de profesión dentista y muy intolerante de las jovencitas idealistas como Sofía.

Sofía dejó de visitarnos, se casó por todas las de la ley, convirtiéndose en una señora hecha y derecha, “formal y cortés” como diría Edith. Pero a los pocos meses, el amor de Sofía regresó al país; tuvo un accidente que lo dejo hospitalizado por meses, por eso perdió el contacto, y cuando se enteró del matrimonio de ella, volvió a Nueva York donde jamás se supo de él.

Si bien Sofía tuvo potenciales para seguir sus ideales, no pudo hacerlo, los 80 era todavía una época cerrada. Aún así aprendí de ella a ser idealista, a soñar, a valorar mi juventud. En mi futuro aparecerían más mujeres que marcarían mi vida para bien, pero ella se gana el mérito de plantar en mi sus virtudes.

¡Salve Sofía!

Pd: Debo confesarte algo: Sofía fue uno de mis tantos amores platónicos, si bien era mayor a mí.

Comments:
Ooh pobre Sofía!!, que pendejada es cuando los padres quieren mandar en la vida de los hijos, obligándoles a hacer con sus vidas lo que ellos no pudieron hacer cuanto tenían esa edad...
 
Kodama:Y Eso que a ella no la he visto en 20 años, fue una historia muy triste.
 
Con tanto sentimiento adentro, debes conciderarte afortunado.

No conozco mucho de demonios y eso, pero, se supone que ellos una vez estuvieron en el cielo y por cosas de la vida ya nop, la pregunta es: como es el cielo¿?, si esa expresion de ser demonio es solo una metafora sorry por la ignorancia

El infierno no me interesa saber como es, y ojala no lo conozca never.

Slds
CD
 
Oye Cd yo creo que el infierno está aquí en la tierra, y a veces el cielo también. Y si, también estoy con la curiosidad de la respuesta de Croxus de cómo será el cielo si él que se dice todo un demonio estuvo ahí? jejejeje.
 
Sra Casper, aveces creo que el cielo y el infierno podrian ser un estado del alma, amar tanto como lo ha hecho Croxus (y de esa manera platonica tan pura, como cuando yo chupaba por mi Paolita Vintimilla, hace 1.6 decadas decadas) es de lujo, me encanta sentir e incluso la tristeza la vivo como se debe vivir cualquier sentimiento, crudo y sin aliños, y viviendo asi podria decirte que he tocado el cielo y que me ha quemado el infierno, aunque asumo que el cielo real debe ser muuucho mejor y el infierno real mucho peor.

Uds la mujeres son ese portal que convierte nuestra vida en lo uno o lo otro.

Repito, no sacaras a orear la Mac :)

Slds
 
Cd: jajajaja, nof, la iMac está quietita en la mesa, así evito accidentes.

Ya ves, Croxus no nos ha respondido :(
 
el carlitos no contesta.... chiiii
 
carliiiitooooos???
 
¿Cómo es el cielo?... girs, donde un despota gobierna. El paraiso es donde uno lo construye o en su defecto volver a ese lugar propio.

"Es mejor mandar en el infierno que servir en el cielo" solia decir Forneo.

Y yo digo: El infierno, sé que no es mi sitio, y el cielo está lejos de mi ideal.
 
Tonces? cuál es tu sitio? digo, qué otras opciones habrían según tú si no es ni cielo ni infierno? No entiendo eso del paraíso, digo, que uno lo construye? pues, podría ser... pero cómo sería eso de volver a ese sitio? es que alguien te saca de ahí por alguna razón? ah?

Pienso qe en todos lados hay siempre un déspota que gobierna, así sea en el paraíso propio, digo, uno no puede darse cuenta no más de que es un déspota, y no hablo ni de ti ni de mí, sino de ciertos casos aislados de personas que vos no conoces :P
 
nada tampoco x acá? nof... nada chiiii
 
chuta, qué chévere blog el tuyo, en serio. Ojalá hubiera más blogs con este tipo de historias. Las figuras manga no me cuadran mucho, se me haría mejor con imagenes que apoyen a tu texto...solo un comentario. De ahí muy bacano lo que expones. Un saludo bien grande.
 
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