Crónicas de mi Lado Oscuro

Finalmente lo lograste. Cumpliste parte de mi profecía personal, sabía que ese día llegaría. Durante tu lejano exilio reviviste tu lado erótico hasta que simplemente despertaste. La mujer lujuriosa que siempre fuiste ha renacido tras largo tiempo de abandono.

Eres de las mujeres más sensuales que he conocido (en otras circunstancias hubiéramos formado una pareja interesante). Admito que tuve algunas fantasías contigo a lo largo de nuestra historia, por lo menos conservo un fragmento de tu lascivia en esa tarde de julio: la punta del iceberg.

Y ahora has despertado. Recobraste esa parte tuya tan sexy que descubrí la primera vez que nos vimos y de la que tantas veces te lo hice notar, durante nuestras interminables charlas. Tú exilio ha traído cambios buenos en ti, sinceramente me da gusto ver esa chispa de completa lujuria en tu mirada y saber que lo gozaste sin remordimientos.

Me alegro mucho por ti.

Nota personal: Es una pena que no lo hayas experimentado conmigo. Hubiese sido un honor y un placer para mi.