Tuesday, June 24, 2008
Regresivo

Llegué al consultorio puntual como es mi costumbre, pero tuve a aguardar unos quince minutos, a que el paciente que me precedió terminara de ser revisado. Finalmente el doctor me hico pasar a su consultorio.
- Siéntese – me dijo el facultativo, mientras revisaba los resultados de mis exámenes.
No me gustan mucho los consultorios de los médicos, son tan silenciosos como la oficina de un rector de colegio. Me preguntaba por qué el doctor repasaba una y otra vez mis resultados mientras yo lo observaba ingenuamente, algo raro en mí.
El doctor habló al fin.
- No es fácil lo que debo decirle. Los resultados que tengo aquí no son nada favorables.
Cualquier otro hubiera entrado en histeria de tan sólo oír una declaración médica tan comprometedora, pero yo sólo me quedé helado, mis músculos se tensaron mientras oía todo un sermón propio de los galenos.
- “Lastimosamente su cuadro está muy avanzado” “Es irreversible” “Todo tratamiento o intervención quirúrgica es inútil” “Lo siento, no hay nada que se pueda hacer”.
Pregunté cuanto tiempo me queda, la respuesta me llegó, pero no tuve deseos de asimilarla.
Salí del consultorio igual que como entré. Afuera, el cielo amenazaba con oscurecerse. Mientras volvía a casa recordé lo que dijo Amy: “Ten cuidado con lo que deseas”