Crónicas de mi Lado Oscuro

Finalmente te tuve tras tanta espera. A solas y en mi cama, resguardados de los curiosos, con la música por testigo.

Estás ahí, recostada, desposeía de toda ropa que oculte tus formas, tan delicada y sensual. Yo te miro entera mientras duermes tras el orgasmo. Piel pálida cual brillo de luna, los cabellos delicadamente desordenados cobijando tus hombros. Miro con más audacia, contemplo las curvas de tus lindas piernas, tus suaves caderas relajadas, el prominente monte de venus, tus turgentes senos coronados por un par de pezones sonrosados. Por ahora no me atrevo a tocarte como lo hice hace unas horas atrás, cuando nos entregamos al desenfreno, solo te palpo con mi mirada, incapaz de sacarte del sueño.

Tienes el rostro relajado, el perfil afilado sin maquillaje que tanto me excita, y tu boca gatuna que muy pocos han sido los afortunados en acariciarlos, incluyéndome.

Silencioso me acerco y poso mis labios a los tuyos muy delicado.

- Eres sensual. Me dio gusto hacer el amor contigo -.Murmuro al fin.