Wednesday, August 15, 2007

 

La Propuesta

Anduvimos vagando toda la noche por la ciudad recorriendo sus calles medias dormidas alimentadas con el tenue neón de sus postes cómplices de amoríos y penas. Fueron horas tranquilas, lejos de la violencia de los maleantes que estuvieron relegados de nuestras andanzas, como si hubieran desaparecido temporalmente...

Estaba a punto de amanecer. En todo este tiempo no paramos de reír y hablar como no lo habíamos hecho en mucho tiempo. El alba se aprestaba a rayar el horizonte aún oscuro, y nos detuvimos a observarlo bajo el puente cerca del parque.

- Creo que eso es todo – dije resignado – debemos volver a casa.

- Yo no quiero ir a casa – respondiste – quiero quedarme un poco más.

- ¿Y a dónde podríamos ir?

Sonreíste.

- Conozco un sitio cerca de aquí – señalaste un callejón lejos del puente -. Quiero estar más tiempo contigo. Sígueme.

Tomaste mi mano sin que esperaras mí respuesta y te seguí en silencio hasta las puertas de un hotel.

Me dedicaste un guiño.

- Refúgiate conmigo. Tal vez no lo volvamos a repetir en mucho tiempo.

No dije nada y permití que me llevaras de la mano. Alquilamos un cuarto justo cuando el solo calentaba el asfalto. Ya adentro, desnudamos nuestras ropas y nuestros nombres sociales. No perdimos más tiempo he hicimos el amor.

Comments: Post a Comment



<< Home

This page is powered by Blogger. Isn't yours?