Crónicas de mi Lado Oscuro

La libertad expresión es un concepto tan difuso y evasivo como son la justicia, la libertad o el amor. Hasta podría asegurar que es el más conflictivo de dilucidar.
Los medios de comunicación encargados de informar (además de educar y entretener) de lo que ocurre en nuestro país y el resto del mundo está saturado de intereses en donde está en juego el control del poder.
Hace falta ser ciego para no darse cuenta que todos los medios de comunicación pertenecen a las elites de la sociedad, familias pudientes, clanes o como quieran llamarlo cuyo interés principal es acumular riqueza y poder político vendiéndose al mejor postor e impedir una adecuada equidad en cuanto a información se requiere. Nuestros medios no son los únicos (son peces chicos) también lo hacen otras cadenas de poca o mediana monta como Venevisión, Televisa, Caracol, TV Globo y poderosas como la CNN, CBS, BBC, Alya-Sira etc.
La cuestionable libertad de expresión existe para los que tienen el poder ya que a través de él se puede atacar a quien tiene otra versión de la noticia o denuncia, llegando a censurarlo por las buenas o las malas e inclusive tildándolos de subversivos por solo tener el valor de contar una verdad que para la poderosa minoría es atentatorio.
¿Dónde está la tolerancia? ¿Dónde está el derecho de opinar? ¿Existe equidad y objetividad por parte de los medios? La respuesta es no, no existe ni lo uno de lo otro, tan seguro como la existencia de un político 100% honesto.
La verdad es que toda información tiende a ser manipulada con el fin de imponer el orden a un conglomerado (en nuestro medio lastimosamente ignorante) sin darle la oportunidad de buscar la otra versión de lo que ocurre con tal o cual situación.
Nadie es dueñ@ de la verdad, y la verdad es un camaleón, pero quien tiene el poder, tiene la potestad de hacer lo que su capricho le dicta.
Me temo que las palabras de Voltaire: “Puedo estar en desacuerdo con lo que dices, pero defenderé con mi vida tú derecho a decirlo” son solo eso: palabras de un idealista que los dueños de los medios de comunicación, se niega a oír.