Crónicas de mi Lado Oscuro

La infidelidad es tan antigua como la historia misma. Es un indicativo y consecuencia a la vez de que algo ocurre en una relación de pareja.

Es una sombra silenciosa que surge cuando tú y tu pareja cae en la trampa de la rutina. Levantarse, vestirse, ir al trabajo, volver a casa, y todo otra vez como un engrane, cumpliendo una labor meramente mecánica. La rutina mata el sentimiento al igual que la pasión. La rutina tiende a envejecer y a descuidarnos en todo sentido: “Ya no eres guap@” “Estas gord@” “Ya no eres gentil conmigo como antes”. Por ello la persona hastiada busca un reemplazo con alguien mucho más “interesante” y “atractiv@” por que la otra parte dejó de serlo.

El sexo tiene un elemento igual de importante. Una amiga me dijo que la infidelidad también se da cuando los encuentros sexuales no son del todo satisfactorios, y por eso la otra persona busca cómo complacerse con alguien a fin a sus gustos eróticos. Esto tiene que ver con el puritanismo de obviar ciertas prácticas y fantasías consideradas “inaceptables” por parte de la sociedad temerosa de la moral.

El doble discurso es otro factor, las falsas actitudes una máscara de falsas virtudes. Tarde o temprano esa máscara cae y descubres al verdadero ser mezquino@, celos@, posesiv@, desconfiad@. El doble discurso tiende a degenerar en algo más conflictivo como lo es la violencia intra-familiar donde un@ de ell@s resulta lastimad@ física y sicológicamente.

La infidelidad está en constante asechanza. Nadie es perfecto. En algún momento el o ella cometerá ese error (ello no significa una justificación). La manera para mantener a raya a la tentadora infidelidad es siendo honest@s con un@ mism@, recordar en todo momento las cosas que hicieron que esa persona se enamorara de nosotr@s y viceversa, es decir, no perder la esencia del porqué estamos con esa persona, confiar en ella, ser gentil y muy apasionad@ en todo momento, además de conservarse bien física e intelectualmente y no caer en la rutina.

Recuerda: tu pareja debe ser Tu compañer@, tu amig@ y tu amante. Es algo difícil de cultivar, pero vale la pena intentarlo.