Crónicas de mi Lado Oscuro

Nadie sabe si te fuiste al desierto, o te embarcaste en un largo viaje, o si sigues aquí en la ciudad; de tú casa, a la estación y al trabajo. Tan lejos y tan cerca.

Hay rumores: Que has muerto, o que simplemente te marchaste porque sí, con una promesa en tu bolso: si algún día volverás...

Para mí no has desaparecido. Quizá sigas por aquí, en alguna parte de esta ciudad, una mujer irreconocible, distinta a la que una vez fuiste (o tal vez no).

Sea como fuere, sigues ahí cuando cierro los ojos, y percibo la esencia de lo que eras y sigues siendo, con tus gestos, tú risa, la forma como caminas, miras y preguntas. La esencia de tu Voz. Estás viva como una flama danzarina arraigada en mí memoria. Aquella visión de lo que eres y de todo lo que hemos compartido, nadie me lo podrá quitar.

Podrás estar con vida a tú modo, pero la mujer que conocí sigue en mí inmutable, viva en mis pasos, viva en el tiempo que me queda y en mi Voz, escuchándome, protegiéndome, porque yo haría lo mismo... (Por la Alianza, por ser lo que soy: Un fiel idealista)

Así es. A pesar de estar tan lejos y tan cerca: TÚ VOZ VIVE EN MÍ.

Es el modo de mantener una amistad. El modo de la Fuerza.