Monday, September 11, 2006

 

Retrospectiva

Nací en parte porque mi mamá lo deseó y en parte para retener a mi padre a los quince días de vivir juntos.

Crecí sin saber que tenía un nombre hasta los cinco años (el nombre de mi abuelo, tal vez puesto por venganza o qué se yo). Nunca fui tomado en cuenta por mis primos. Era muy pequeño para subirme al coche de madera y no podía jugar a la cocina con mis primas, porque me dijeron que era juego de niñas. Por eso aprendí a jugar solo, cuando mamá me dejaba en el cuarto para ir a clases, con dos biberones que las acababa a medias luego de tanto llorar. Poco a poco vería y aprendería lo que me convirtió en lo que soy. La primera vez que vi a mi padre golpear a mamá porque no había comprado el tanque de gas, la primera paliza de mi padre porque los vecinos hicieron señas de que les abriera la puerta cuando no había nadie en el cuarto (yo era muy joven para entender lo bueno de lo malo).

Estuvo el miedo al dentista, el miedo a la oscuridad. También la primera vez que jugué con una niña vestida de lila a tomar flores. El horror que sentía cada vez que mi padre me llevaba a nadar donde se daba gusto en humillarme frente a los demás. Los cambios de casa del sur al norte (esa noche mi padre me hizo comer la enorme mitad de un queso descompuesto) y luego al valle (el no-mundo como yo le decía). La ruda formación en la primaria militar (que me hicieron lo que soy). Las fugas de clase, una semana escondido en la chatarra detrás de la escuela donde imaginaba otro planeta; las burlas del profesor de dibujo al reclamar que mis dibujos no eran trazados por mí.

Los primeros viajes al Oriente en avión: mi distracción y temor cuando alcanzaba una turbulencia o la tormenta eléctrica a mitad de vuelo. La primera vez que vi el Imperio contraataca y el Regreso del Jedi, marcó mí vida aún sin saber lo que era Star Wars. Mi imaginación entonces decidió rebelarse contra la puta realidad. También vino Robotech (más tarde sabría del anime). Rick Hunter fue mí héroe, mucho más que superman.

Estuvieron los insultos de mi padre en público y en privado; patadas, cachetadas y palabras que devinieron en feroz rencor. Me forzó a ir al colegió donde él estudió: Central Técnico. Quería que yo fuera como él (y no lo soy); los golpes que de me dio mientras me enseñaba cálculos para el examen de ingreso hasta las cinco de la mañana. Ojos hinchados, cuerpo dolorido gracias a su correa remachada; mi odio por él aumentó, lo mismo que por los putos números.

Vietnam nunca me gustó. Los primeros tres años cursé a duras penas y repetí el tercer curso por matemáticas con 01 sobre 20. La fuga que casa, durmiendo bajo el puente de Conocoto (cuando empecé a vivir en el Valle), creyendo que el mar estaría al cruzar una montaña. Luego la captura de mi padre, cuando recurrí a mi tía y me delató. Vacaciones de esclavo más insulto. No era nadie.

Me transfirieron a un colegio de tercera: el Técnico Alangasí, otro ambiente, otro infierno; un amor platónico por una chica boba; mi mejor amigo, Fer, fue el único con quien algo congeniaba. La soledad aceptada, los recreos en que me pasaba acostado en el pasto, hicieron que me presentara donde la sicóloga del batallón y me preguntara si usaba droga. Me revisó los brazos, nada de piquetes. Era obvio, las drogas, el tabaco y el alcohol nunca fue ni será lo mío.

Mi impopularidad, frente al liderazgo de Fer. Viví Vietnam hasta el quinto año bajo su sombra. Quería ser como él y para bien o para mal, no lo conseguí.

La primera amistad femenina: Marcela (y el primer gran dolor que me hizo cuando ella creyó que me gustaba, cosa que nunca fue cierto. El golpe que me dio antes de volver a Chile casi me llevó al suicidio) Fue ella que rescató los valores que carecía una tarde de noviembre lluvioso. Ella puso la semilla de la rebeldía y de los cambios que debía hacer. Cambié de mentalidad y de cuerpo deforme a algo mejor. Pasé de ser un temeroso a temido y respetado en el último año en Vietnam.

Luego vino la Universidad, el intento fallido de estudiar en la politécnica. No pasé del primer semestre del precurso y las dos últimas matrículas me dediqué a escribir y jugar cuarenta. Estuvo Paty, mi amor platónico de entonces, y ella supo deshacerse de mí cuando me dijo por teléfono “Llámame cuando tengas algo interesante que decir”.

Decidí ir a la Facultad de Comunicación, creyendo que enseñarían diseño y cine: un error. Luego decidí tomar los hábitos y ser rockero (sigo siendo Rockero y lo sere hasta que el cuerpo aguante). Decepciones en la facultad, prejuicios, compañeros falsos. Hallé pocos y leales amigos como el General Kenobi, Edith y Amy. En una reunión con unos tipos que conocí fuera de la Universidad, vi que una chica de ojillos verde marihuana me sonrió. Llegó la Tercera Elegida: Lucy.

Fer me presentó a una chica que odia los números y gusta del anime como a mí, y que luego se iría a Europa dos años hasta que volví a ver a Sara: la Cuarta Elegida.

Yukino se incorporó como la Quinta Elegida en muy poco tiempo, por su lelatad y valor demostrados.

Mi amor frustrado por Edith, desde que la conocí una tarde jugando rayuela en la universidad. Luego Lucy una noche de abril; el exilio, el regalo de su cumpleaños que encomendé a Yukino a que lo entregara en su trabajo...

...Si pudiera trazar un gran mural donde estuviera plasmada mi vida hasta ahora, sería una obra de arte sin fin. Tanto que nombrar, tanto que recordar. Ignoro cómo será el final de todo esto, si seré recordado o no. Si alguien mencionará mi nombre. Si soy un sueño temporal en cada una de la gente que se cruzó en mi vida o un viajero sin nombre...





Comments:
Porque chucha siempre quieren que seamos como ellos???

El final no lo sabemos pero en gran parte depende de nosotros mismo

Saludos y buena semana
 
Si puedes superar tu pasado y ser mejor que tus padres, entonces el destino hábrá logrado el objetivo.
 
me alegro que seas quien eres y si por ello tubiste que sufrir tanto no me lamento.....
si te da fuerza siempre puedes contar conmigo para reir un poco
bye
 
me alegro que seas quien eres y si por ello tubiste que sufrir tanto no me lamento.....
si te da fuerza siempre puedes contar conmigo para reir un poco
bye
 
Yukino-chan: gracias por tu apoyo y tu aprecio. como dijo alguien que conozco "ES BUENO SABER QUE ESTAS AHI"
 
tengo una pregunta..bueno dos...la primera: los dibujos son hechos por tí?

no hay segunda :(

siempre me llamó la atención este tipo de imagen y aunque no comento nada sobre el post (perdón pero el cansancio me tiene sin hormonas despiertas) me di un saltito por aquí! :)
 
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