Monday, September 04, 2006

 

Exilio

Croxus abandonó la fortaleza sin hablar con nadie. Dirigió sus pisadas presurosas hacia el pequeño bosque en las afueras, donde se detuvo.

Revisó sus pocas pertenencias: su fiel espada, su bolso de viaje que contenía un libro, un cuaderno de viaje, dos mudas de ropa, una frazada, alimento para tres días. El dinero que había reunido durante el tiempo que estuvo allí le duraría seis meses.

Todo estaba listo, pero un grupo de voces se acercaron a él antes de que diera otro paso.

- ¿ Por qué te vas? – preguntó Amy, la alquimista.

- Wholfyld me ha exiliado.

- ¿Por qué? – preguntó Yukino la más joven de sus aliadas - ¿Por qué lo hace?

- Ni yo mismo lo sé – respondió el hombre que miraba la cartera de cuero donde estaba inscrito su nombre, un regalo que recibió de las propias manos de Wholfild días antes de su repentino cambio –. He hecho todo lo posible por defenderme, pero se niega a creerme – la guardó en sus ropas -. No la entiendo.

- ¡Me encargaré de ella! – exclamó Sara, sacando vehemente sus espadas cortas -. ¡Veremos que tan buena es en un duelo!

- No, Sara – la contuvo tocando su brazo -. Es mejor dejarlo así. Si ella no me aprecia y quiere creer lo peor de mí que lo haga. Yo me retiro tranquilo, pues nada debo.

- ¿Adónde iras? – dijo Edith, la juglar.

- Lejos y cerca. El hecho de que Wholfyld me mande al exilio no significa que las vaya a abandonar a ustedes.

Yukino empezó a llorar.

- No te vayas.

- Yukino – Croxus se acercó a la joven –. No llores estaré contigo igual que ellas. Además, Amy, Sara y Edith te cuidarán. Estás en buenas manos – la abrazó.

El atardecer se avecinaba sobre el bosquecillo. El resto de mujeres impidieron que sus lágrimas resbalaran en sus caras.

- No estaré lejos – animó el hombre -. Tranquilas. Si ven a Wholfyld, díganle que esto es sólo un hasta pronto, que yo sigo estando ahí cuando tenga problemaso quiera hablar, y que sabe cómo buscarme cuando quiera restaurar el equilibrio. Cuídenla por mí.

Croxus tomó sus cosas y emprendió camino junto con el ocaso seguido de un breve canto de pajaritos.
Finalmente, cuando las mujeres ya no pudieron distinguir la silueta del hombre. Edith, Amy, Sara y Yukino lloraron amargamente...

Comments:
Hola me gusta mucho como escribes, si puede aclarame algo quien ese personaje Croxus? a que epoca mas o menos te refieres al escribir, cuidate mucho esbribes y relatas tus historias muy bien
 
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