Monday, September 11, 2006
Doble discurso: La Filosofía del engaño

Tarde o temprano, uno descubre el engaño cuando quien lo utiliza va en doble discurso, es decir, cuando no practica lo que predica. El engaño queda al descubierto, para ver que la persona que lo usó y no lo aplicó no es más que un ser sin valores, ni sentido común.
El discurso o filosofía bien conducido no es para quedar bien con el resto, sino para uno mismo. Es un proceso en continua evolución, sujeto a equivocaciones y reconstrucciones cuando uno toma conciencia del error cometido. El discurso está a prueba a diario y hay que aplicarlo, así como evitar el doble discurso, no por el qué dirán, sino por y para uno mism@.
El mal discurso es una mentira (más pronto cae el mentiroso que el ladrón), mientras que un buen discurso (usado para bien) es parte de la esencia del ser, y como la máscara, no te hace perfecto, sino diferente.
¿Y tú, qué discurso tienes?