Monday, April 17, 2006

 

Una sospecha, un enigma


Misato elige a Kaji cuando tiene ganas, sea después del trabajo o cuando está aburrida. Lo llama y lo cita donde sea, en su cuarto, en el departamento de ella, con o sin Shinji, en el dormitorio contiguo (¡¡¡mejor así porque a ella le gusta que los oiga gemir, sentirse espiada!!!); en un motel o en el auto. Ella hace con él lo que de quiere dos, tres, horas, toda la tarde o toda la noche, depende de su líbido y los orgasmos que quiera tener.

Cosa igual sucede con Elisa, cuando la llama Efrén; con Lucy cuando almuerza con su compañero de trabajo; con Diana cuando chatea con su cuñado, o cuando Alicia se deja tocar suavemente los senos por su amante.

La verdad es que los hombres tienen la falsa creencia de que eligen a sus mujeres cuando tienen ganas y no es así. Son ellas quienes eligen a sus compañeros de aquelarre, esporádicos o fijos. Lo único que hacen los masculinos es mostrarse más atentos a la espera de ser escogidos; es el juego de la selección de las especies de Darwing, donde en nuestro caso, el hombre propone y la mujer dispone.

Esta aseveración me la hizo notar un amigo mío hace muchos años, quien la mayoría de las veces ha sido escogido hasta ahora.

... surge aquí la pregunta tonta ¿Por qué a mi nadie me ha escogido en todos estos años?...

Comments:
tal vez porque nunca creiste que serias escogido...
 
Darwing... te refieres al pato Darwing :I
 
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