Monday, January 30, 2006

 

Ser rebelde

No me refiero a la telenovela de quinta, si no a la equivocada actitud que toma la juventud desde mucho tiempo contra la injusticia de nuestro país.

Mostrar descontento contra los errores de todo gobierno, las conductas prepotentes de la autoridad y la corrupción, está bien. Lo que está mal es que las protestas son mal encaminadas para un solo fin particular: la adquisición del poder.

La mayoría de los jóvenes que salen a las calles, estudiantes secundarios y universitarios, son sólo carne de cañón, que siguen ciegamente las disposiciones de sus líderes los mismos que siguen órdenes del partido opositor.

Siendo más específicos, la JRE, FESE, y similares, son grupos de menor importancia liderados por chicos que a su vez son dirigidos por la FEUE, quienes sobredimensionan los problemas del país (ojo no estoy defendiendo para nada al gobierno) según las directrices de sus jefes del partido opositor (ya saben quien)

Este tipo de organizaciones, desde las células hasta al cúpula, son más intransigentes y cuadrados que los partidos tradicionales, que manejan el mismo ridículo y cansino discurso de la revolución, una revolución que no va con lo que el pueblo quiere, que es más prepotente que los discursos planteados por los anquilosados partidos de siempre. Sus lideres, como sus adversarios, no buscan el bien común, solo las ambiciones personales y nada más, todo en nombre de un falso socialismo, el Che y la revolución..

La mayoría de los protestantes, por no decir todos, salen si a las calles por salir mas no por convicción; pregúntenles ¿Qué es revolución, quien es el Che que es el TLC etc? y estoy seguro que nadie responderá. Lo único que hacen es obedecer a locas y a tontas a aquellos líderes que ayudaron a gente como Lucio y Palacio a que tomen el poder. Ahora este mismo partido esta haciendo tratos con cierto “loco que ama” y las bases ni siquiera lo ven ante sus ojos.


Sus modos de protesta ya están por demás gastados, las mismas cantaletas, las mismas acciones que no hacen más que afectar a terceros. Piedras, consignas baratas, banderitas rojas con imágenes del pobre Che son usadas desde 1960. estos movimientos son tan arcaicos como los otros que ni siquiera modernizan sus iniciativas.

Todo ese juego de ir las calles no es más que un pobre recurso para que los cabecillas, los jefes del “sindicato” fragüen sus planes para hacer lo mismo que los politiqueros, sacar provecho cuando tomen el poder.

Ser rebelde no es seguir a un grupo de vándalos enceguecidos a obedecer una consigna de sus lideres, es tomar conciencia de no ser como el resto, una actitud para enderezar lo errado.

Esa gente que sale a las calles seguramente es la típica gente que irrespeta a otros, que se embriaga y golpean a sus novias, insulta a sus madres, recurren a los vicios para aparentar ser "maduro" etc, etc.
Ser rebelde es hacer un alto y decir “no quiero ser un bruto borracho como mi padre, ni mujeriego ni prepotente como él”; es respetar al prójimo, tener sentido de la dignidad y sentido común para proceder con responsabilidad sin afectar al otro. Es tomar control de su vida y seguir sus ideales. Y cuestionar lo mal hacho.

Eso es ser rebelde. La rebeldía no se mide con piedras ni consignas tontas, sino con la actitud.

Como dijo Velasco Ibarra “¿Quieren revolución? ¡Que surja de sus almas!” Significa lo que dije antes: tomar conciencia de lo que uno es y vencer los errores que nos impusieron nuestras familias, y la sociedad.

El día que esos “Rebeldes” se cuestionen y digan "No, no quiero ser como mis antecesores", no se refugien en los vicios, respeten al otro y propongan soluciones radicales, habrá revolución y cambio, antes no, ni ahora ni nunca.

Comments:
hola, pasé por aki...
 
ya no se llaman rebeldes... ahora son foragiles
 
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