Friday, November 11, 2005

Me siento sucio. Todos los días la misma y jodida terapia. Me da asco y pena más que gusto. Un leve antídoto para mantenerme cuerdo cuando el sudor salino cubre mi deforme torso.
Y cuando todo acaba no puedo eludir el estado miserable que me embarga, otrora culpa, hoy repulsión y rencor. Es un mal necesario, como un apéndice inútil, un freno que me retiene y un estorbo a la vez.
Soy un error, una distorsión...
Y nada puedes hacer al respecto ¡NADA!