Wednesday, September 25, 2013
Lágrimas y frustración
El dolor de una
pérdida es enormemente indescriptible, al punto que las lágrimas no bastan para
mitigar.
A veces pienso
que el destino es un ser en extremo degenerado que actúa en complicidad con el
Gran Morboso: todo lo que se ha conseguido y lo que se ha luchado con tanto
esfuerzo puede desaparecer de modo muy abrupto e incluso cruel.
Parte de mi vida
se ha ido así de irreversible. Lloro de pena, lloro de furia al borde de
maldecir. ¿Acaso la vida se reduce solo a sufrimientos? ¿Acaso ser feliz es un
lejano espejismo? Mis lágrimas no tienen esa repuesta.
Si tanto te
gusta el sufrimiento ¿Por qué simplemente no me liquidas de una maldita vez, en
vez de hacerlo del modo lento y cobarde? Ni siquiera tiene el valor de
responderme eres un Gran Morboso, un mísero cobarde.
El dolor seguirá
en mi por mucho tiempo, por ahora debo enterrar lo que perdí. Pude haber sido
una buena madre y tú me lo quitaste. No puedo evitar odiarte por esto.